La cantina El Tío Pepe abrió sus puertas en 1890 y todavía cuenta con muchos de sus accesorios y accesorios originales, incluido lo que una vez fue un urinario a lo largo de la base de la barra y las pantallas de las lámparas de barril de cerveza.
Popular, como lo son la mayoría de las cantinas, desde temprano hasta el final de la tarde, permanece abierto hasta más tarde en la noche para los juerguistas que quieran disfrutar de esta parte de la historia de la Ciudad de México hasta la noche.
La barra de madera roja brillante y el fondo de vidrieras te transportarán a una época en la que el lugar estaba cerrado para las mujeres.
La historia
Tío Pepe abrió sus puertas en 1869 en la esquina de Independencia y Dolores, antes de que ahí se asentara el Barrio Chino. En principio se llamó La Oriental y después cambió su nombre por Habana.
Uno de los visitantes distinguidos de la cantina fue William S. Burroughs, escritor norteamericano de la generación beatnik, quien vino a México en 1949 huyendo de un juicio por narcotráfico y ávido de experimentar las sensaciones que le ofrecían los sicotrópicos nacionales.
En el Tío Pepe se han filmado películas de los hermanos Almada, la película El complot Mongol y capítulos de la serie de televisión El Pantera y del biopic de Luis Miguel.
La experiencia
Una cantina para visitar al menos una vez en la ciudad. Llena de historia, una de las más legendarias, se encuentra entre independencia y dolores, dónde está el barrio chino, las bebidas, la historia, el ambiente, todo es una mezcla entre lo actual y el pasado fusionado con el aroma a ciudad característico de CDMX. Los meseros son super amables y ellos te pueden contar cualquier historia irreverente de este emblemático lugar.
Aquí es más bien para ir a tomar un trago, no tanto para comer, a diferencia de otras cantinas, esta no cuenta con botana variada.